jueves, 28 de septiembre de 2017

Nocturna
Un juramento que se rompe en una oscura caja de muñecas
La mente hablando en voz alta, un corazón en la mesita de luz.
Nudos de tela se interponen entre Saturno y una estrella
La noche se complota con seres voladores, sedientos de algún saber.
Agua del oasis más dulce que jamás existió .
Marcas eternas en las páginas de cada libro
Suciedad del alma, negación de espinas.
Amanecer tímido
Cabezas colocadas en repisas nuevamente
Imágenes borrosas de algo que quizás nunca sucedió. E.A.

LOS INVISIBLES

Los invisibles
Con sus zapatillas estropeadas, graban pasos en la acera los sin voz.
Corren acompañados por sobredosis de mugre y sed de voces agudas. 
Sus miradas no corresponden a nadie y heridas infectas adornan sus pieles.
Recorren calles, micros y bordes de acequias, mientras la promiscuidad de la abundancia , de lo nuevo, pasa por su lado todo el tiempo.
Su materia gris, se confunde con el tinte de los cuerpos, de sus sueños; mientras leds y pantallas de diferentes pulgadas pellizcan sus sentidos.
En esa depravada sociedad , que les niega aquellos senos que les muestra todo el tiempo , se convierten en la misma nada.
Son sombra y graffiti de los muros de la ciudad, cuyos índices de hambre no los mide ninguna estadística.
Y ahí están, casi como que no estuvieran,invisibles, entre montañas de esclavos atropellándose en la inmensidad de un pérfido laberinto.
Y ahí están, solo existiendo.