Apocalipsis interior
La realidad hace ruido en mis entrañas,
Percibo la humedad en los estrechos ángulos de mis ojos.
Mi armadura no resiste batallar contra la indiferencia y la maldad.
Mis cuentos de hadas, se convierten en libros de tapas negras y olor a humo.
La creciente agonía interior por lo real, me causa insomnios y nauseas.
Vómito de musgo y barro.
Sensación de enfermedad eterna.
Mis cuerdas vocales lloran, y mis ojos gritan,
suplican piedad a hombres sin cabezas
destinados a apagar las luces alrededor.
Se derrumban mis castillos de naipes y nadie puede encontrar al rey.
Las tinieblas me enceguecen y los alaridos me ensordecen
Las manchas cubren hasta los más recónditos lugares de claridad.
Esta batalla se desata ferozmente en cada rincón del planeta,
mientras los no videntes pasan a su lado chocándose sus palos , compitiendo entre sí.
Las manchas ganan lugar y mi débil existencia se desgaja como una flor,
me siento frágil, tenue y desvaída,
la realidad me extiende su malherida mano,
desea que hagamos un pacto de convivencia,
pero mi cuerpo ya no posee movimientos.
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