sábado, 11 de julio de 2015

Mundos
En un mundo donde los seres son solo espíritu,
carne es una palabra que jamás se oyó decir.
Los entes deambulan indiferentes,
pues sus almas no padecen
pesares o  enfermedades.

Es en ese lugar donde anhelo pertenecer ,
sin rostros que alabar o juzgar ,
ni vestimentas que cargar .
donde solo existen conexiones entre mentes .
En este mundo que reside solo en mi cabeza,
el sosiego es mi alma gemela.
Y de solo recordarlo ,
deseo quitarme este traje de carne y huesos ,
que me pesa,  me duele, me pierde.
En este mundo, producto de mi imaginación,
habito cada noche, y es mi otro hogar.
Y así es ,
como existo en dos mundos ,
Uno, en el que duermo cargando dolores y desconsuelo,
el otro, en el que despierto liviana y donde transito así por horas,
felices horas,
hasta que las agujas de un dorado reloj indican que debo apagarme , para regresar nuevamente a el otro mundo, donde las herrumbradas agujas de un destruido reloj,
me obligan a levantarme nuevamente,
pesadamente,
suicidamente,
junto a millones de otros cuerpos.

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